Lo Que Buscaba

Texto: Jeremías 29:11-13

INTRODUCCIÓN

La humanidad se ha movido a través de los tiempos en un sentido desenfrenado en búsqueda de la felicidad para lo cual se ha inclinado en satisfacer el alma y en particular la mente a través del conocimiento, y por otro lado satisfacer el cuerpo, pero se ha olvidado de buscar satisfacer verdaderamente su espíritu. Nada de lo creado materialmente por el hombre puede satisfacer su espíritu, lo que puede llenar nuestro espíritu proviene no del mismo hombre que proviene de una naturaleza carnal, sino de algo sobre natural, espiritual, y esto lo puede hacer es nuestro Creador Dios, como ser sobre natural y espiritual. En cuanto a la mente por muchos estudios que haga el ser humano y ni por muy intelectual que sea o que alcance los niveles más altos de estudios científicos podrá esto garantizarle la verdadera felicidad, ni que alcance todo el dinero que pueda acumular, tampoco por mucho que le invierta al cuerpo en cirugías y en recursos para no envejecer por ejemplo, nada podrá generar felicidad duradera. La verdadera felicidad no la puede generar el mismo hombre la genera Dios como ser creador y espiritual logrando satisfacer la necesidad espiritual. Estamos buscando la felicidad, el gozo, y la paz a nuestro ser donde realmente no la vamos a encontrar a menos que miremos nuevamente a quien hizo toda la creación.

En Jeremías según la biblia se puede observar todo un proceso de Dios con un hombre y a través de él con un pueblo ( Israel). Primero su llamado para una misión capitulo 1:4-10, nos muestra que Dios no ve cómo ve el hombre, Dios no tuvo en cuenta las limitantes que veía Jeremías y que bajo la óptica humana eran lógicas, era muy joven e inmaduro. Segundo, Vivía en un entorno de opresión, cautiverio y desesperanza, tanto que llegó a decir: “maldito el día que nací” (20:14-15). Tercero Dios le habla para sintetizarle cual ha sido el mal del pueblo y por qué viven en dificultades y son infelices y sus esfuerzos de buscar la felicidad son infructuosos (2:13), dice “han hecho dos males me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí en cisternas rotas que no retienen agua”.

Frente a todo lo anterior lo que garantiza encontrar la verdadera felicidad es saber y creer de todo corazón que:

1.- DIOS TIENE PLANES CON NOSOTROS, INDIVIDUALES Y COMO PUEBLO.(v.11). Esos planes son:

a.- De bienestar (de felicidad) y no de calamidad.

b).-Planes para un nuevo rumbo, un nuevo y mejor destino.

c).- Planes para hacer viva la esperanza.

2.- INVOCAR A JEHOVA, EN ORACION Y DIOS ESCUCHARA (v.12). Invocar es llamar, interceder, es gemir de las entrañas. Es hora de empezar a pronunciar, llamar el nombre que es sobre todo nombre JESUCRISTO, en oración que es el medio, la ruta, el camino que Dios ha establecido como canal de comunicación entre el hombre y él.

3.-BUSCAR A JEHOVA DE CORAZON, (v.13). Si es de corazón es de verdad, con sinceridad, con sana motivación, y esto garantiza y asegura que le encontraremos.

CONCLUSIÓN: 

En Jeremías 9:23-24, dice Dios de si mismo: “no se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que soy yo Jehová que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra… ENTERDER Y CONOCER A DIOS garantiza la verdadera felicidad.

Es ahora y hoy es el día de decir: JESUS ES MI SEÑOR, el es a quien yo buscaba “el deseado de las naciones” (Hageo 2:7), JESUS es DIOS, el DIOS DE AMOR, DE PAZ Y FELICIDAD el que lo llena todo (Hebreos 1:3). Vamos a mirar a JESUS y viviremos satisfechos en todo nuestro ser cuerpo, alma y espíritu. JESUS es lo que buscaba.