jueves, 17 de mayo de 2012

Provocando la Manifestación de lo Sobrenatural Divino

Texto: Juan 11:1; 14; 33-40
Según las sagradas escrituras somos llamados Embajadores de Cristo,  lo cual apunta a que somos representantes del reino al que pertenecemos, al reino de Dios.  Estamos llamados a desempeñar un roll o una función principal y tiene que ver con representar aquí en la tierra a lo celestial a lo divino, Embajadores del Reino de Dios.  Imaginemos como funciona la representación de un país del exterior a través de su embajada aquí en Colombia; dicho embajador estará al tanto de lo que acontece y atañe a su país y en la medida en que algo que ocurra en esta nación que afecte los intereses de la nación que representa inmediatamente se va a pronunciar y a manifestar la posición de su gobierno.  De la misma manera debe ocurrir con nosotros como seguidores y servidores de Cristo debemos manifestar lo del gobierno de Dios o lo sobrenatural Divino de Dios, pero ¿cual es la causa por lo cual eso no sucede?  
El apóstol Pedro dice que somos de naturaleza divina y Pablo dice profundizando aun más que en Cristo somos uno esto es llega un momento en que estamos tan unidos a Cristo que no se sabe donde empieza uno y termina el otro, Cristo es Espíritu y nosotros somos su manifestación.
Pero la incredulidad afecta el corazón y la mente del cristiano y se convierte en la Fortaleza de la Incredulidad, la cual comienza sutilmente a debilitar la fe del creyente y luego se ha posiciona impidiendo y limitando que el accionar de lo divino fluya sobre las vidas y en favor del propósito definido por Dios para nosotros.
Jesús mismo siendo el hijo de Dios, siendo Dios mismo, no le fue posible hacer milagros en Nazaret, por la fortaleza de la incredulidad que había invadido no solo las vidas sino todo un pueblo.

EFECTOS QUE SE DERIVAN DE LA INCREDULIDAD 
1).-  La incredulidad nos lleva  a enterrar lo que realmente no está muerto y a colocarle “piedra” fortaleza. V.34 ¿Dónde le pusieron? Nuestro Señor Jesucristo nos pregunta donde pusiste aquel sueño, aquella meta, aquel plan, etc. por que lo enterraste.
2).-  La incredulidad nos lleva a perder el olfato espiritual.  V.39.  Perdemos los sentidos espirituales. Una de las peores muertes en cuanto a angustia y desfiguración del rostro es morir asfixiado. Algunos al perder el olfato espiritual empiezan a perder la figura de lo espiritual y a dejar de creer en las promesas de Dios.

COMO TRATAR LA FORTALEZA DE LA INCREDULIDAD
1).- Con la Palabra de Dios. La palabra de Dios nos permite demoler estructuras y fortalezas de las tinieblas.  La Palabra su Origen: Preexistencia (Jn. 1:1-4).  La Palabra su Esencia: Poder para crear, para vencer, para levantar y hacer resucitar.
Reflexión sobre el tiempo dedicado a leer y meditar en la palabra de Dios.  Comparado con las estadísticas del tiempo empleado para ver televisión y del numero de libros leídos en Colombia según el ministerio de educación.  Si le dedicamos una quinta parte de lo  que empleamos en ver televisión semanalmente el tiempo de lectura bíblica sería más y los cambios en la calidad de vida se notaran. 
2).- Con la Oración.  Esta es un martillo gigante que rompe fortalezas y estructuras. (Mar.9:14-29).
Todo el texto que se refiere a la resurrección de Lázaro tiene como propósito enseñarnos a abrir nuestros ojos espirituales, meternos en la dimensión de lo sobrenatural divino a través de la oración.  Hay géneros de espíritus  que no salen y hay fortalezas que no caen según nuestro Señor Jesucristo sino con oración.   (Mar.9:19; 9:29).


CONCLUSIÓN:
Ya resucitado nuestro Señor Jesucristo reprochó a sus discípulos por la incredulidad. (Marcos 16:14-17).
Ante la incredulidad de la gente, nuestro Señor Jesucristo tuvo que “Gritar” (Juan 12:44-46).

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